Harley-Davidson Fat Bob 2020

Me pongo nostálgico y recuerdo la Fat Bob de 2008 con la que inauguramos el número 1 de ChopperOn Magazine. Habremos probado cientos de motos, recorrido carreteras, abrazado a colegas y enamorado a damas. No olvidaré la Fat Bob de 2008 por las carreteras de Tenerife. Peligrosas, retorcidas y de gran belleza (como algunas chicas), entrañables como algunos amigos e inolvidable como moto.

La nueva Fat Bob ya no tiene que ver mucho con su homónima de 2008. Ha sido mejorada considerablemente en motor, chasis y resto de componentes. 

El nuevo enfoque de Harley-Davidson en su línea de renovación queda clara con este modelo.

El nuevo chasis Softail, es más ligero y compacto que los que montaba la gama Softail/Dyna anterior. Según la MoCo dice ser un 65% más resistente que antes y 15 kilos más ligero.

La nueva Fat Bob ya no tiene que ver mucho con su homónima de 2008. Ha sido mejorada considerablemente en motor, chasis y resto de componentes. 

Ahora la amortiguación es tipo Softail con un solo amortiguador -anteriormente doble- colocado debajo del motor, de tal forma que no se ve. 

Antes trabajaba a extensión y ahora lo hace de la forma más natural, por compresión. 

Además, en el lateral derecho, tiene un pomo para regular de forma remota la precarga de muelle.

Respecto a la amortiguación delantera, la Harley-Davidson Fat Bob incorpora una recia horquilla invertida de 43 mm de un tacto muy bueno. Ostenta una gran presencia óptica en el conjunto, además del colosal freno de doble disco delantero 32 mm, con latiguillos metálicos. Detrás, lleva un disco sencillo con dos pistones flotantes.

Siguiendo con esos elementos, la Fat Bob calza unos neumáticos de perfil alto, con un dibujo casi de trail. Son específicos de Harley. Como se ve en los flancos de las propias gomas, lleva el nombre de la fábrica de Milwaukee incluso en las llantas -con gráficos grabados al láser- un acierto muy corporativo.

La Harley-Davidson Fat Bob incorpora una recia horquilla invertida de 43 mm de un tacto muy bueno. Ostenta una gran presencia óptica en el conjunto, además del colosal freno de doble disco

Como indicamos, las ruedas cuentan con bastante protagonismo en la Fat Bob. El 150/80 delantero y el 180/70 trasero se alzan en el conjunto como diciendo: “mira que zapatos llevo tan chulos”. El trasero se ve aún más, puesto que la matrícula se sujeta en un soporte que surge del basculante y flota en la parte más trasera de la moto. Peeeeero… el hueco que queda disponible entre la aleta trasera se muestra demasiado grande, no parece que guste mucho ese remate. Aunque goma se ve, eso sí.

Volvemos a la parte delantera para repasar lo que queda pendiente. La horquilla no solo es potente y formidable, sino que está muy separada para albergar el gran donut neumático. Y eso condiciona al faro -la óptica frontal- que es rectangular. La aleta delantera -metálica- está sujeta por un refuerzo sólido de muy buen aspecto. Tanto como las torretas, que surgen de la tija superior -ambas también vigorosas-, inéditas en otros modelos de H-D. El foco full-LED va incrustado en una carcasa, que parece la cara de Bender de Futurama, según mi colega Paulino. El manillar es casi recto, de posición viril, de varios calibres según se desliza por sus amarres. Los extremos los ocupan los puños; acompañados por las clásicas piñas de H-D con la botonadura de siempre -luz de giro en cada mano-. Se incorpora un pequeño botón para gestionar el display del odómetro. Ya estamos en el depósito de gasolina, donde se instala el mencionado tacómetro. Las RPM se ven muy bien, tipo analógico. El resto va en una pantalla monocromo que se lee muy bien en túneles y de noche. De día cuesta más. Aporta la información básica al conductor: velocímetro, marcha engranada, odómetro, nivel de combustible, reloj horario, cuentakilómetros parcial y autonomía.

El tanque alberga 13,6 litros, con un consumo predeterminado por la fábrica de 5,4 litros a los cien. El tapón no lleva llave. Ésta solo sirve para el bloqueo de la dirección; es de aluminio y muy bonita. La moto se arranca por un dispositivo de aproximación, y el llavero va en el bolsillo del usuario.

El nuevo motor de la Harley-Davidson Fat Bob se denomina Milwaukee-Eight, de 114 ci (1.868 cm3).  Está refrigerado por aire y aceite. Dispone de un nuevo sistema de equilibrado interno con dos ejes, así que se nota una disminución de vibraciones. A algunos nos gustaban.

El nuevo motor de la Harley-Davidson Fat Bob se denomina Milwaukee-Eight, de 114 ci (1.868 cm3).  Está refrigerado por aire y aceite. Dispone de un nuevo sistema de equilibrado interno con dos ejes, así que se nota una disminución de vibraciones. A algunos nos gustaban.

Lleva cuatro válvulas por cilindro, por eso el nombre eight, ocho en inglés. Su par es de 155 Nm y declara un potencial de 93 CV a 5.020 rpm. Casi 100 CV en una Harley ¡Hell Yeah man! Con seis velocidades tienes todo listo. Como siempre la primera marcha es muy larga, para mover sus 306 kilos callejeando. El sistema de transmisión es el convencional: primera por cadena en baño de aceite y secundario por correa de caucho.

LA PRUEBA

Notas en la amortiguación mucha firmeza, mejorando otros modelos anteriores. La postura es muy digna, de líder de la manada, pies y puños por delante y muy separados. El tacómetro quizás demasiado cerca de tu cuerpo, de buena visibilidad y ubicado en un lugar apropiado estéticamente.

Aporta un musculoso empuje en cada pistonada, muy controlable, y el embrague dosifica la salida de cualquier curva o a baja velocidad.Te sientes mucho más seguro.

Puedes subirte un puerto en sexta si deseas probar el par de empuje del Milwaukee-Eight  114.

Puedes llegar a casi los 200 km/h, pero el pescuezo se resiente a partir de los 140.

El asiento es muy cómodo y con tope en la parte trasera, que te retiene en las aceleraciones. Pequeño para acompañante, eso sí.

Es muy estable en zona de curvas, en conducción rápida.

Su estética destaca en tres puntos: la gran rueda delantera de 150 mm de anchura, la óptica frontal y el guardabarros trasero recortado. Aaaah y un “motoraco” de 1.868 cc.

La Fat Bob … mmmm … me digo, mientras retuerzo un extremo del bigote. A mi mente llega de nuevo la mencionada que probé en las carreteras de Tenerife allá en el lejano 2008, y que aún se llamaba FXDF. No sé cómo definir esto: recuerdos, perspectiva, experiencia, canas.

Roberta la Gorda la llamé y la llamo. Esta unidad es casi toda negra como el contramuslo de un grillo, excepto en los cubre escapes que se muestran  de un bronce satinado y los silenciosos en aluminio mate.

Roberta la Gorda la llamé y la llamo. Esta unidad es casi toda negra como el contramuslo de un grillo, excepto en los cubre escapes que se muestran  de un bronce satinado y los silenciosos en aluminio mate. El precio de 2008 era de 17.200 € y ahora ronda los 19.300 €. Buena inversión, pero buena.

Solo hay que subirse y apretar dos botones del puño derecho, contacto y arranque.

Sorteas con agilidad el atenuado tráfico, la moto es ágil, la llevas por donde quieres, vivo, resuelto, usando el cuerpo y el contramanillar, que ayuda. 

Prueba en video Harley-Davidson Fat Bob 2020

Galeria fotos Harley-Davidson Fat Bob 2020

@nacho.mahou

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