No soy especialmente creyente, pero él sí que lo era, así que supongo que nos observará desde el cielo, porque, si existe, él se lo tenía ganado. Eso seguro. Estoy hablando de Luis Salom, piloto mundialista de Moto2 fallecido el 3 de junio de 2016 y al que en AS homenajeamos junto a su madre, María Horrach, en el día que se cumplía el cuarto aniversario de su irreparable pérdida.
Días antes me llamó la madre de Luis para pedirme que hiciéramos algo chulo para recordar a su hijo el 3 de junio. Le contesté que estaría encantado y le propuse hacer un Live desde el Instagram de nuestro periódico, que es lo que más lo ha petado en los meses del confinamiento. Me dio su OK y nos pusimos manos a la obra, sin darme cuenta del Miura que estaba por llegar…
Llegado el día del aniversario, me levanté raro y pasadas las horas entendí que lo que de verdad estaba era cagado. Literal. Yo he hablado muchas veces con María tras la muerte de Luis e incluso me he desplazado hasta Mallorca con mi familia para estar al lado de la suya. Allí experimenté una catarsis inolvidable, con risas, llantos, lamentos, alegrías, debate, pasión y cariño, mucho cariño.
Acabé gritando loco de contento eso de ‘Cabalga, Mexicano, cabalga’, que a él, a María y a los suyos tanto les gustaba que gritara en las transmisiones de Telecinco.
¿Cuál era el problema entonces para estar nervioso horas antes de ese Live con la madre de Salom? Sencillo: miedo a cagarla, miedo a no estar a la altura de las circunstancias, miedo a preguntar algo indebido, miedo a ser más tierno que periodista, miedo a incomodar a la familia Salom y miedo a decepcionar a los numerosos fans que le siguen adorando.
Nada más arrancar el encuentro se disiparon todos esos miedos y pasado el encuentro, de casi una hora, estaba feliz, pero no por no haberla cagado y haber salvado el expediente. Estaba contento por ver a María feliz, porque lo disfrutó tanto o más que yo y porque homenajeamos como se merecía al Mexicano. Por eso acabé gritando loco de contento eso de ‘Cabalga, Mexicano, cabalga’, que a él, a María y a los suyos tanto les gustaba que gritara en las transmisiones de Telecinco. LS39 always in our hearts.
MELA CHÉRCOLES
Una pena , pero los pilotos saben que el riesgo esta hay y lo afrontan cada vez que salen a pista, la desgracia le toca a algunos…una pena , pero siempre quedara en nuestras memorias los buenos momentos que nos hizo pasar.
Un saludo.
Por supuesto, 🤘
Vsss al cielo.