RIDERS CASTELLÓN CAFE RACER (RCCR)
En los años 50 del siglo pasado los jóvenes londinenses se revelaron en contra de los viejos valores. Desde Estados Unidos llegaron los pantalones vaqueros, las «chupas» de cuero y el “rock’n’roll”. Hoy sigue vivo.
Ellos los mezclaron con sus motos preparadas, los “coffee-bar” de la Carretera de Circunvalación Norte (North Circular Road) y el Club 59 o “Fifty Nine” situado al este de Londres. Así nacieron los Ton Up Boys (término en jerga inglesa “doing the ton” o “tonning up” que se refiere a alcanzar 100 mph a lomo de sus hierros, lo que significa “conducir a 160 km/h o más). Unos chicos amantes de la música y del riesgo y las Burn Ups, las carreras ilegales que disputaban por las peligrosas calles y carreteras del entorno de Londres, casi siempre por la noche, cuando el tráfico era prácticamente inexistente.

Las motos que pilotaban habían sido transformadas con la intención de que fueran más veloces, efectivas, y sin concesiones a la comodidad.
Las motos que pilotaban habían sido transformadas con la intención de que fueran más veloces, efectivas, y sin concesiones a la comodidad. Desde su inicio estaban ideadas para recorridos cortos pero muy rápidos y su diseño recordaba a las motocicletas de carreras de Grand Prix de la época. Estas motocicletas se caracterizaban por su minimalismo visual, con manillar bajo, pequeños carenados, asientos de competición y tanque de combustible alargado.
Los principales retos de esas motos eran el de alcanzar las 100 millas por hora (160 km/h)
Los principales retos de esas motos eran el de alcanzar las 100 millas por hora (160 km/h), velocidades muy altas para la época, teniendo en cuenta el estado de las carreteras del momento y las características de las máquinas. De ahí que a menudo se produjeran fatales accidentes, con la pérdida de la vida como resultado, que daban lugar a multitudinarios funerales con largas filas de motos escoltando a los coches fúnebres que transportaban los restos mortales de los pilotos. Era el alto precio que había que pagar por un momento de gloria entre tipos muy duros y amantes del riesgo.
Las carreras ilegales, las denominadas Burn Ups, se disputaban entre distintos “cafés” o también con salida y llegada en el mismo, con el reto en algunos casos de hacer un recorrido antes de que terminase la canción que sonaba en la “Juke Box” del bar y cuyo comienzo suponía el banderazo de salida. Estas carreras ilegales se convirtieron en la clave para que las motos que participaban en ellas comenzasen a llamarse “Cafe Racer”, una denominación que se puede traducir como “carrera de café”

Algunos dicen que el término Cafe Racer proviene de una forma burlona utilizada para describir a los niñatos que frecuentaban cafés y abrían gas temerariamente en sus motocicletas.
Algunos dicen que el término Cafe Racer proviene de una forma burlona utilizada para describir a los niñatos que frecuentaban cafés y abrían gas temerariamente en sus motocicletas. Los Rockers pasaban el rato en los cafés donde esperaban hasta que alguien más viniera con una moto veloz y los desafiara a una carrera. Todos corrían fuera con gran expectación para ver quién era el más rápido.
Cuando regresaban a estos bares, por lo general muy frecuentado por camioneros de larga distancia, éstos se reían de ellos y les decían: «No eres un verdadero piloto, no eres Barry Sheen, ¡solo eres un corredor de café (Cafe Racer)!» Y los moteros pensaban: «Bien, tienes razón, ¡soy un Cafe Racer!». Mientras las carreras hacia la próxima cafetería continuaban, el nombre que los camioneros les otorgaban acabó gustando tanto que fue abrazado como una forma de definirse.
El movimiento de los Ton Up Boys fue perdiendo fuerza a partir de 1970. La construcción de autopistas supuso el cierre de casi todos los “coffee-bar”, y la limitación de velocidad a 70 millas/hora puso en apuros a muchos de los que aún intentaban superar la barrera de las 100 millas/hora (161 km/h).
No obstante, el estilo Cafe Racer se ha establecido como la categoría prominente y más popular dentro del motociclismo en la actualidad.
No obstante, el estilo Cafe Racer se ha establecido como la categoría prominente y más popular dentro del motociclismo en la actualidad. El auge actual de la moda vintage y lo retro ha servido también de impulso en los últimos años. Pero no es solo el estilo favorito entre los motoristas, sino que es el lienzo preferido para los constructores y personalizadores de motos en todo el mundo. Innumerables empresas de personalización producen impresionantes modificaciones de estilo Cafe Racer a diario, llevando la tendencia y el estilo un paso más allá si cabe.
De este modo también las marcas más prestigiosas han visto esta afinidad del mercado y ya casi todas ellas tienen en producción modelos que dan respuesta a la enorme demanda de este carácter de moto.

En lo que atañe a la parte social del movimiento Cafe Racer, actualmente siguen existiendo clubs de motoristas que se crearon en esa época como es el caso del mítico Club 59. El Club 59 es una asociación juvenil parroquial, fundada en el año 1959 (de ahí su nombre) en Hackney Wick, en el East End de Londres, por el reverendo anglicano John Oates. El club luego sería liderado por los padres William Shergold y Graham Hullett, y en el momento presente por el padre Scott Anderson. El reverendo Bill Shergold decidió celebrar una misa para motoristas. Así que ni corto ni perezoso se fue al Ace Cafe y estuvo invitando a los jóvenes motoristas a acudir a su misa la mañana siguiente… siendo tan convincente que se encontró con una asistencia al oficio del domingo especialmente significativa y con amplia repercusión mediática. En nuestros días y gracias al resurgimiento de la moda vintage, el «59 Club» ha vuelto a experimentar un importante auge, abriendo nuevos capítulos a lo largo de todo el globo terrestre: Australia, Bélgica, Chicago, Francia, Alemania, Italia, Los Ángeles, España, Suiza y Texas.
En medio de este revival actual del estilo Cafe Racer surgen también nuevos grupos de apasionados, atrapados por este estilo de motos de espíritu inconformista. Igual que antaño, el amor por sus motos sigue vivo y donde algunos solo ven hierros ellos ven una moto con alma.
En lo que atañe a la parte social del movimiento Cafe Racer, actualmente siguen existiendo clubs de motoristas que se crearon en esa época como es el caso del mítico Club 59.
RIDERS CASTELLÓN CAFE RACER (RCCR) es uno de estos nuevos grupos cuyo origen se remonta al evento benéfico THE DISTINGUISHED GENTLEMAN’S RIDE en su edición de 2017. Nadie podía presagiar que aquel día serviría para aglutinar, en un evento que acababa de aparecer en la escena motorista como el DGR, a gente de la zona con inquietudes y gustos motoristas similares. Después de una breve ruta, un buen almuerzo y una mañana llena de buen feeling, algunos asistentes empiezan a intercambiar números de teléfono para crear un grupo. Un tiempo más tarde, se concreta un domingo por la mañana una ruta con punto de partida en una conocida gasolinera de la ciudad, que con el tiempo se ha convertido en la parrilla oficial de salida de RCCR.

Las rutas han pasado a ser una actividad habitual cada fin de semana mientras la cantidad de solicitudes de ingreso de nuevos riders sigue aumentando.
Las rutas han pasado a ser una actividad habitual cada fin de semana mientras la cantidad de solicitudes de ingreso de nuevos riders sigue aumentando. En este contexto, se da un paso en la creación del grupo y elección de nombre y logotipo, que todos los miembros lucen orgullosamente en forma de parche cosido en sus chupas. Posteriormente se decide constituir una asociación impulsada por cinco de los miembros del grupo que empiezan a perfilar algunas directrices que siguen vigentes a día de hoy y que acaban de configurar tanto el estilo como la filosofía de RCCR, concretando los tipos de motos que formarán parte del grupo. Encontraríamos así las denominadas Cafe Racer, scrambler, brat style, clásicas, tracker, motos transformadas, cafeteadas o bien las denominadas modern classic, tan vendidas hoy en día. En la actualidad marcas “tan poco conocidas” como Triumph, BMW, Moto Guzzi, Honda, Kawasaki, Ducati, Harley-Davidson, Mash, Royal Enfield, Yamaha o Suzuki cuentan en sus catálogos con modelos acordes con el espíritu del grupo y forman la “pole” de cada evento organizado por RCCR.
En la actualidad marcas como Triumph, BMW, Moto Guzzi, Honda, Kawasaki, Ducati, Harley-Davidson, Mash, Royal Enfield, Yamaha o Suzuki cuentan con el estilo Cafe Racer
Esta estabilidad y organización junto con la voluntariedad e iniciativa de sus integrantes fomenta que el grupo tenga una intensa actividad que se ve reflejada en la cantidad de eventos y propuestas en las que participa. Cada domingo del año, alrededor de las 8:30 horas y en la misma gasolinera que vio crecer al grupo, empieza el ritual de RCCR . Tras los saludos, una breve charla y un café, da inicio la salida de una ruta que buscará curvas enlazadas en las que poner a prueba los hierros, y por qué no, de un lugar para degustar la exquisita gastronomía local. Los tiempos cambian y las carreras que antaño buscaban recorrer la distancia entre dos cafés mientras dura una canción de R’N’R, hoy se han convertido en una mañana de disfrute con las máquinas, dejando a un lado la rivalidad, y en donde el compañerismo y camaradería se dan cita alrededor de una mesa disfrutando de un buen almuerzo.
Estas salidas en ocasiones se convierten en largos desplazamientos o viajes de varios días de duración, para la asistencia a eventos relacionados con el mundo Cafe Racer. Desde su fundación, el grupo ha estado presente en los eventos más punteros como Wheels & Waves de Biarritz, Motorbeach, Garage Rules de La Nucia, Monkey Roll Fest de Mallorca, o Almenara Motor Festival, con el que Riders guarda una estrecha relación desde que comenzó su andadura hace unos años.

Desde su fundación, el grupo ha estado presente en los eventos más punteros como Wheels & Waves de Biarritz, Motorbeach, Garage Rules de La Nucia, Monkey Roll Fest de Mallorca, o Almenara Motor Festival
Pero posiblemente el gran evento por el que RCCR siente predilección es el DGR. El Distinguished Gentleman’s Ride es un evento mundial que tiene el objetivo de recaudar fondos y concienciar sobre temáticas de la salud masculina, principalmente cáncer de próstata y suicidio masculino. El primer evento fue organizado en el año 2012 en Sydney, y los miembros de RCCR han estado presentes en todas las ediciones celebradas en el Levante desde su creación tanto en la edición de Valencia como en la de Castellón. Aunque siguiendo la filosofía del grupo de apoyar lo local, la mayor asistencia siempre es en su propia ciudad. El hecho de ser el evento en donde se plantó la semilla que hizo nacer al grupo tiene su reflejo en el carácter benéfico de la asociación RCCR, en cuyos estatutos se recoge, entre otros fines, “Colaborar con la Fundación Movember en la promoción de la salud masculina y en la prevención del cáncer de próstata, cáncer de testículos y suicidio masculino”.
Otra muestra de su actividad es la celebración de su aniversario, que como viene siendo habitual antecede a las Fiestas de La Magdalena de Castellón. Una pequeña ruta y el tradicional almuerzo dan el pistoletazo de salida a una matinal donde la música en directo, el olor a gasolina y el buen rollo se mezclan a partes iguales. Desde su creación, su presencia se ha ido incrementando en la escena local del mundo de las dos ruedas; siendo invitados por otros grupos motoristas en sus distintos eventos. Siguiendo esta tradición, RCCR aprovecha esta ocasión anual para convocar a todos los clubes y asociaciones con los que tiene relación. La respuesta de este año fue enorme. Alrededor de 300 personas se dieron cita en el Pub El Corb de Benicasim para disfrutar de un vibrante directo de la banda Red Smoke. Fue la prueba de que el grupo sigue vivo, creciendo en la buena dirección y con ganas de continuar.

Ante esta perspectiva, RCCR se encuentra con la vitalidad necesaria y en disposición de seguir adelante con su actividad planteándose distintos eventos e iniciativas en un futuro próximo.
Ante esta perspectiva, RCCR se encuentra con la vitalidad necesaria y en disposición de seguir adelante con su actividad planteándose distintos eventos e iniciativas en un futuro próximo. Crecer como grupo dentro de los cánones marcados y colaborar con la organización anual del DGR son algunas de las metas que a día de hoy siguen en el horizonte de RCCR. La llama del estilo Cafe Racer sigue viva en Castellón y su relevo en el tiempo parece estar así asegurada en la escena motorista nacional.
Puedes seguir toda la actividad del grupo RCCR en su Facebook: Riders Castellon Café Racer
Texto/fotos:
Alberto Capilla Agut (Mr. Black) / Jesús Miguel Cubas Guzmán (Presi).