25-26-27 Septiembre 2020
Ouistreham, Francia
Las carreras sobre la arena de la playa surgieron en Estados Unidos en los albores del siglo XX. Concretamente en las costas de Florida y de California. Fueron un éxito al combinar la brisa marina, la grasa y la velocidad, ya sea sobre cuatro o dos ruedas. Tras la IIGM se consolidaron y su reputación/el interés despegó, siendo mucho más populares.
En las Carreras de Playa se mezcla el óxido de las puertas de los Hot Rods con el aluminio remachado de los bólidos rompe records; con las motos históricas, con las alforjas de tachuelas, gafas de aviador y la imprescindible “chica de la bandera” y su impulsivo salto hondeando el ajedrezado trapo al paso de las máquinas de grandes bloques de motor.
Los parámetros son sencillos: 200 metros (1/4 de milla) en linea recta, a recorrer por dos vehículos en paralelo, sin cronometraje. Sin más. Bueno… lleno de buen rollo, cervezas y un aspecto evocador que nos retrotrae al pasado de los 40 o 50.
Y con todos esos datos se celebró el pasado mes de septiembre en Ouistreham (Francia) el evento “Normandy Beach Race 2020”, en las generosas playas normandas que limitan el Canal de la Mancha en su costa sur. Nada que ver con los eventos motoristas que se sucedían en la costa de enfrente, Brighton, en “la Pérfida Albión”.
Ya en 2019 -en su primera edición- los organizadores de la Normandy Beach Race quisieron implantar la receta yankee que sedujo de inmediato al personal. En 2020 las limitaciones sanitarias tuvieron que estar presentes entre los chalecos de cuero, cadenas laterales de las billeteras y botas de hebilla lateral.
La Playa de Sword acogió un desembarco de nuevo. Esta vez no fue bélico sino lúdico, original y espectacular; mezclando vehículos antiguos; coches y motocicletas de marcas americanas y europeas anteriores a 1947.
Estas pistas planas naturales de arena fueron elegidas por tres amigos parisinos -Thomas Hervé, Jean-Marc Lazzari y Marc Félix- de amplia experiencia previa en eventos de la costa Atlántica y Pacífica americana. 80 fueron los participantes (40 motocicletas + 40 autos).
Los pilotos, mecánicos, jueces, y resto de amigos fueron ataviados con trajes de época. Los organizadores incitaron al público alucir el look de los 40/50 o unos vaqueros con dobladillo y camiseta blanca, ¡puro espíritu vintage, oiga! El código de vestimenta se hizo presente.
Centenares de vehículos se reunieron en el departamento francés de Calvados para competir sobre la arena, “con un estricto protocolo sanitario y un dispositivo que hay que respetar y que se controlará“, asegura Marc Félix, uno de los organizadores.
Se dividió en dos áreas controladas: una para público general (libre acceso) y otro de paddock / pista para personas acreditadas.
Además hubo exposición de coches y motos, en el Place de l’Hotel de Ville. Exhibición de 250 vehículos antiguos en el paseo marítimo; “after run party”, momento festivo con carreras nocturnas… La estimación de público asistente rondó las 5.000 personas con mascarilla, obligatoria durante todo el evento. Posteriormente se organizó una limpieza colectiva de la playa, para los voluntarios enrollados. Muy bien.
@nacho.mahou
fotos: © Jean-Marie Grudé
